lunes, 22 de septiembre de 2014

¿Generación descarte?


Citar a toda una generación es algo complejo de realizar, pero quizás esta resulta ser un grupo reducido si hablamos de las veces en que dejamos de lado a algo o alguien. Utilicemos el nombre “Generación Descarte” para entender cuál es el mecanismo más utilizado hoy en día.

Hay que comenzar hablando de los cambios en los que las personas están siempre inmersos, alguna vez alguien me dijo: “lo único real y permanente es el cambio”. Esta frase un poco engañosa pero real me hizo reflexionar en que las personas siempre nos terminamos acostumbrando a los cambios, salvo algunas excepciones, pero ¿Qué es el descarte? ¿Qué es el cambio?

Podemos citar a la herramienta más utilizada hoy en día “la tecnología”, la cual nos impregna la necesidad para descartar rápidamente si la aplicación o el dispositivo móvil funcionan lento o no esta a la altura de la competencia. Pareciera ser que todo se simplifica, todo es más rápido y nuestro inconsciente termina almacenando ese mecanismo frío en donde si algo no nos sirve termina siendo reemplazado por algo o alguien.

Las redes sociales son una gran escuela postmoderna para ser parte de la “Generación descarte”, nadie es imprescindible y todos somos reemplazados constantemente si no captamos la atención del público que busca interactuar constantemente por medio de publicaciones, mensajes, etc.

Quizás permanecer en el cambio tiene que ver con ir cambiando pero en busca de lo mejor, cambiar por cambiar siempre nos termina haciendo más fríos de lo que somos y eso puede depositarnos en un camino lleno de situaciones complejas.

La pregunta que deberíamos hacernos es, ¿nosotros somos parte de ella? pareciera que somos capaces de cambiar rápidamente a las personas que dejan de interesarnos o a todo aquello que deja de parecernos interesante. La idea original de esta nota es que podamos aclarar nuestra mente a la hora de tomar decisiones para que los cambios sean coherentes respecto a las relaciones laborales, sentimentales y también en nuestra comunicación diaria para con los demás.

Ser parte de la Generación Descarte no es malo, quizás lo malo es perder la sensibilidad frente a situaciones, personas, proyectos y hasta relaciones. Si al menos uno solo logra pararse desde  la visión de la coherencia luego de leer esta nota podre decir que el canal funciona y que el mensaje llego a modificar el pensamiento de alguien.

¡Con mucho orgullo hay que decir no solo somos la Generación Descarte, somos los nuevos agentes de cambio, los nuevos motores de la historia. Bienvenidos a nuestra nueva identidad!

por Sebastian Kreuziger
para Blogueros UNLZ

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